Rompe tus Miedos
Por Carlos de la Rosa Vidal
¡Me están
mirando! Dónde puedo esconder mi cabeza, ¡no! La chica que me gusta, ¡a correr!
Si los colores se suben a tu cabeza, estarás sintiendo que en tu pecho alguien
golpea bien fuerte desde dentro. Es tu corazón, te avisa que algo te a puesto
en alerta. Tu cuerpo te delata. Esa es la química de tu vehículo de este mundo.
Cuando
alguien se enamora los sistemas trabajan y sientes bienestar. Vuelve a
funcionar la química. Algunos parecen haber nacido sin miedos y parecen
controlar cada movimiento en su relación con los demás y hasta cada milímetro
de sus emociones.
Desde la otra
tribuna habemos quienes observamos muy sentadotes para tratar de copiar la
soltura de los carismáticos. Tenemos miedo de preguntar por una dirección. No
levantamos la mano en una reunión porque hay mucha gente. Qué dirán. Se van a
reír. En fin, la seguridad nos ha abandonado y todo lo que nos rodea nos afecta
y disminuye.
Los miedos
nos detienen, si no sabemos como canalizarlos. Que va pensar mi prima si hago
esto. Mis amigos van a pensar que estoy loco y no hacemos lo que nos puede
llevar a triunfar. Hay quienes dicen “no yo no soy para eso” cuando en verdad
están ocultando su miedo a las críticas o al qué dirán.
En ciertos
casos el miedo es favorable. Porque nos hace actuar ante el peligro. Los miedos
a la sociedad nos detienen, agachamos el alma ante una autoridad, una persona
mayor, un desconocido, del sexo opuesto y dejamos que la percepción de otros
domine nuestra forma de ver las cosas. Porque visten mejor que nosotros, tienen
facilidad de palabra, tienen buen dinero. Irradian carisma, son sexys.
Y tú, acaso
¿no eres un ser humano?. Entonces tienes derecho a ser feliz.
Para esos
miedos negativos hay varias soluciones. Rómpelos. Conoce lo que tú vales.
Edúcate y hazte valioso. Reemplaza tu tiempo perdido con temores, fobias,
haciendo cosas productivas. Busca maestros que te ayuden a liberar de tus
miedos. La mayoría de ellos son sólo pensamientos y complejos. Por esa misma
razón cultiva tu amor propio.
Es más, deja
que el miedo te acompañe y sea un buen consejero o si te molesta mucho dale una
patada y bótalo. Entre tú y lo que deseas conseguir hay muchos caminos que te
ayudarán. Búscalos. También hay obstáculos, supéralos. Entre tú el camino de tu
éxito habrá barreras como el miedo.
Toma la
decisión de enfrentarte con tus miedos, te sorprenderás que muchas de las
razones sean sólo pensamientos irracionales que debes descartar, cosas como “he
nacido pobre y así voy a morir”. O tal vez creer que “no tenemos
posibilidades”. Pensar así nos anula de plano.
Entre tú y el
comienzo del camino de tu éxito hay un obstáculo que es como una puerta y esa
puerta es el miedo. Rómpelo a patadas y avanza. No dejes que la opinión de los
demás te detenga, busca consejeros, pide ayuda, piensa en grande. Rompe tus
miedos y comienza a vivir. ¡Qué esperas! Mírate al espejo y dime cuánto vale tu
sonrisa, un sol, dos soles, un millón. Sonríele al miedo y sonríele a la vida.
¡Edúcate y
hazte valioso!